

El Vaticano, el Estado más pequeño del mundo
El Vaticano, el Estado más pequeño del mundo y escenario del cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco, quedó oficialmente incorporado a la comunidad internacional el 7 de junio de 1929 tras los pactos de Letrán entre Pío XI y Benito Mussolini.
Estos acuerdos, firmados el 11 de febrero de ese mismo año, pusieron fin al conflicto que oponía Italia a la Santa Sede desde la desaparición de los Estados Pontificios, a mediados del siglo XIX.
El papa es uno de los últimos monarcas absolutos del mundo. Su poder temporal se ejerce de manera soberana y exclusiva en un territorio de 44 hectáreas.
Hasta 1859, su poder se extendía sobre un reino de 18.000 km2 situado en el centro de Italia, con una población de unos tres millones de habitantes.
La población del Vaticano es actualmente de unas 800 personas que tienen la nacionalidad vaticana, incluyendo cardenales y representantes diplomáticos de la Santa Sede (nuncios apostólicos), así como laicos y religiosos.
La nacionalidad no se otorga en base al "ius sanguinis" ("derecho de sangre") ni al "ius soli ("derecho del suelo"), sino por una especie de "ius officii" basado en tener un empleo regular y vivir de manera estable en el territorio.
De la seguridad se encargan la gendarmería vaticana y la Guardia Suiza Pontificia, el ejército más antiguo del mundo fundado en 1506 y famoso por sus uniformes a rayas azules, rojas y amarillas.
La bandera del Vaticano es un cuadrado compuesto por dos franjas verticales de color amarillo y blanco. Sobre esta última, se superponen las llaves de San Pedro.
El sistema judicial es análogo al de la república italiana. La pena de muerte fue abolida en 1960.
La Santa Sede se rige por el derecho internacional, puede negociar convenciones y abrir legaciones en otros países.
La Curia Romana --el gobierno central de la Iglesia-- se compone de la secretaría de Estado, 16 dicasterios (ministerios), seis órganos económicos, tres tribunales y varias academias y organismos más.
La Santa Sede tiene además un diario oficial, l'Osservatore Romano, una emisora, Radio Vaticano, museos y publicaciones en varias lenguas, así como su supermercado, su farmacia e incluso su depósito de gasolina.
Un banco, el denominado Instituto de Obras Religiosas (IOR), se encarga de administrar los bienes que le confían las órdenes y otros organismos de la Iglesia. En el pasado, estuvo inmerso en varios escándalos.
Mientras la Curia gestiona el funcionamiento de la Iglesia, la gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano se encarga de administrar el día a día del pequeño Estado.
El Vaticano es también uno de los mayores propietarios inmobiliarios de Roma y recibe pagos reglamentarios de las iglesias locales.
A.Ikaika--HStB